Seguimos la conversación y el debate más allá de la entrevista…
¿Deberes para casa sí o no?
Decididamente no. El niño en casa, al amparo emocional del entorno familiar, debe jugar. Jugar es aprender y memorizar de modo inconsciente. Jugar es el disfraz del aprendizaje. Un niño que juega jamás pierde el tiempo. Está aprendiendo en lo emocional, sensorial y motor programas cerebrales que le servirán para el resto de toda su vida.
¿Por qué los Beatles y Chopin o qué hicieron contigo?
En la Universidad a mí me gustaba cantar y daba serenatas a las chicas en los Colegios Mayores. Y en esos tiempos irrumpieron los Beatles. Fue un antes y un después. Con Chopin fue encontrar la música del transporte emocional. Siempre que había en Granada un concierto de piano con algo de Chopin allí estaba yo. Era un paréntesis. Un lujo mental. Un sentir mas allá de lo puramente sensorial. Y también, como con los Beatles, un punto y aparte.